El mercado de traspasos siempre deja grandes culebrones, sobre todo en los fichajes de los clubes más grandes. Fichajes que se gestan a lo largo de todo el verano y que acaban haciéndose tras semanas de duras negociaciones.
Uno de los más sonados de este siglo fue el de Figo. El portugués ficho por el Real Madrid en el año 2000 tras meses de rumores y tener que esperar a que Florentino Pérez ganara las elecciones y pagase su cláusula de rescision en un movimiento que no ha sido olvidado todavía en el Barcelona.
En cuanto a larga espera, sin duda el de Ronaldo en 2002 se lleva la palma. El delantero brasileño, tras un gran Mundial, acabó dejando el Inter y fichando por el Real Madrid a cambio de 45 millones de euros el 31 de agosto. O lo que es lo mismo, el último día del mercado.
El Barcelona también protagonizó algún que otro culebrón, como el de David Villa. El 'Guaje' monopolizó las portadas en el verano de 2010 y, cuando parecía que iba a fichar por el Real Madrid, acabó marchándose al Barcelona procedente del Valencia.
Más recientemente podemos encontrar la llegada de Vitolo al Atlético de Madrid, previo paso por Las Palmas. El Sevilla llegó a anunciar la renovación del jugador, pero unas llamadas de los dirigentes colchoneros le hicieron cambiar de opinión y firmar finalmente por ellos tras semanas llenas de rumores.
Y quizás el más sonado de los últimos tiempos fue el de Neymar, que en verano de 2016 copó día tras día las portadas de la prensa deportiva hasta que finalmente abandonó el Barcelona con destino al PSG tras abonar los 222 millones de su cláusula de rescisión.