En unas declaraciones publicadas por 'Marca', Ancelotti aseguró que no vigilará a sus jugadores en la visita de la plantilla bávara a la Oktoberfest, la tradicional fiesta de la cerveza que se celebra en Múnich.
"Los jugadores pueden beber lo que quieran. No soy ni su padre ni su hermano. Sólo soy su entrenador", comentó el técnico italiano, completamente tranquilo con el comportamiento de los suyos.
De hecho, tanto los jugadores como el cuerpo técnico del Bayern acudirán a la Oktoberfest tras un entrenamiento matinal.