El Deportivo sigue sin ganar un partido en lo que va de 2017 y tras su última derrota ante el Alavés han saltado las alarmas. Solo llevan 19 puntos tras los 22 partidos ligueros disputados.
La afición de Riazor siempre ha apoyado al equipo, pero con el partido del sábado su paciencia explotó y con el pitido final los pitos fueron continuos.
Otro punto negativo del equipo es que no sabe gestionar sus ventajas y por no saber manejar el tiempo y los resultados en los partidos, los de Garitano ya han despediciado 10 puntos.
A pesar de todos estos datos, el conjunto coruñés se encuentra unido y cree en su entrenador, pero la mejor manera de demostrarlo sería con una victoria este jornada ante el campo del Leganés.