El equipo ha demostrado ser un auténtico todoterreno, plantando cara a rivales de todo tipo. Da igual Liga que Champions, el Atlético ha logrado llegar vivo hasta la final de Milán y tuvo opciones a hacerse con el torneo de la regularidad hasta las últimas jornadas.
El esfuerzo y el sacrificio de los jugadores es la tónica habitual de Simeone, que ha creado un proyecto de una incalculable proyección. Llegó cuando el equipo más le necesitaba y no defraudó.
El Cholo puso el liderazgo, la plantilla el trabajo. Juntos se han hecho fuertes y han demostrado que, unidos, pueden plantar cara a grandes equipos de la talla del Barça, el Bayern o el propio Real Madrid.
Tras la primera final, Simeone dijo: "este partido no merece una lágrima". La final de Milán tampoco. El equipo se dejó la piel, pero no pudo ser...
La suerte o el destino no han querido que el Atlético de Madrid levante su primera Champions, pero llegará...
La afición no tiene duda. Hoy es un día duro para la plantilla y la parroquia colchonera, pero volverán como hacen siempre.
Porque, como dice el himno del centenario, "la afición a tu lado porque es adicta al veneno del balón envenenado". Ahora, esos hinchas sólo confían en que Simeone no se precipite y continúe al mando del equipo al que ha llevado a la gloria.