RAFA BENÍTEZ
El Clásico deja señalado a Benítez, quien sabe si definitivamente, en uno de esos días en los que un técnico queda sentenciado aunque no sea destituido de inmediato. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, se marchó a su casa digiriendo una exhibición del Barcelona en su estadio, el Santiago Bernabéu, sin poder evitar pensar si acertó en el perfil elegido como entrenador. Su decisión de prescindir de Carlo Ancelotti tuvo un toque de impopularidad y en cuanto han llegado mal dadas, la afición se ha girado al palco pidiendo dimisiones.
Benítez se traicionó a sí mismo en un equipo titular que no estaba trabajado, con jugadores recién recuperados alejados de su mejor tono y renunciando a sus ideales con tal de ser ofensivo y quitarse la fama de técnico defensivo que le persigue. Sabía que la figura de Casemiro, titular en los nueve últimos encuentros era clave. La sacrificó y vio como su equipo se 'desangró' por el centro del campo. Siempre en inferioridad numérica, corriendo tras la pelota. No reaccionó cuando pudo porque para ello debía quitar un integrante de la BBC y eso, son palabras mayores. Así, el día que Benítez fue menos Benítez, quedó marcado para el madridismo.
ANDRÉS INIESTA
Diez años después la afición del Real Madrid volvió a aplaudir en el estadio Santiago Bernabéu a un jugador de su gran rival, el Barcelona. La lección magistral de fútbol de Andrés Iniesta lo merecía. El manchego tomó el relevo del brasileño Ronaldinho y en el momento en el que dejó su sitio en el terreno de juego a su compañero Munir, vio como muchos madridistas se levantaban de su asiento para dedicarle una bonita ovación.
El fútbol en pocas ocasiones no entiende de colores y si hay un personaje que une es Iniesta. Tan elegante dentro como fuera del terreno de juego, recuperó de un plumazo su brillantez para llevar el mando del vistoso juego de toque azulgrana. Daba la impresión de que jugaban andando pero era engañoso, cuando el balón pasó por Andrés siempre inventó. Un regate con salida en pase al espacio, un cambio de orientación, toques en corto en paredes incansables. Recital en mayúsculas en el regreso de su mejor versión. El futbolista que puso en pie un país con su gol en la final del Mundial en Johannesburgo, se llevó una de las ovaciones más difíciles de conseguir. Nada es imposible para don Andrés.
LUCAS PÉREZ.
Acudía de pequeño a las gradas de Riazor en un día especial en La Coruña cuando no realizaba alguna trastada en el colegio y sus abuelos le daban permiso. De ellos se acuerda con cada éxito de una carrera que no para de crecer. El derbi gallego era su sueño y años después, tras crecer en el exilio y regresar a España para triunfar a base de buen fútbol y goles, Lucas Pérez es el icono del Depor y el jugador que decide el duelo de máxima rivalidad.
La afición se identifica con su ídolo por su sacrificio en el terreno de juego, se enamora de su calidad en una zurda de oro, vibra con cada gol que le convierte en máximo artillero nacional junto a Agirretxe y se deleita con el triunfo de un chico de barrio, de Monelos, un coruñés que ha hecho realidad su gran sueño. Lucas no tiene techo y mantiene su humildad. Emocionado con el ambiente del derbi en Riazor, sintiéndose protagonista y asumiendo la responsabilidad ofensiva del Depor para marcar y dar el triunfo más especial ante el eterno rival.
KOKE RESURRECCIÓN
A la espera de encontrar su mejor versión en esta campaña, un gol tan decisivo como el que marcó en el Benito Villamarín es un plus de confianza para Koke, como también la que le transmite partido a partido el 'Cholo' Simeone. "Nos da posibilidades tácticas y técnicas que lo hacen un jugador determinante", decía el entrenador esta temporada.
Este domingo varió su posición, más centrada, más en la creación, al lado de Gabi y por delante de Tiago, y más lejos de la banda en la que se desenvuelve habitualmente los últimos tiempos. Es esencial en el Atlético de Madrid, "insustituible" como ha dicho alguna vez su entrenador, y sin sus dos goles -el otro abrió el triunfo en el Sánchez Pizjuán en la segunda jornada- su equipo no sería segundo. Sevilla es su plaza esta temporada.
ISSAC SUCCESS
Se jugaba el puesto en el Granada José Ramón Sandoval y en la situación que vive su equipo prescindir de su mejor jugador, Success, era un lujo. El debutante más joven en la historia del club ha añadido a su corta carrera actuaciones brillantes en la elite del fútbol español con capítulos repletos de polémica.
Conocido por salidas nocturnas o peticiones de mejoras de contrato, la última fue la negativa a viajar a Vallecas para jugar ante el Rayo. Success, comprado por un millón de euros por el Granada y ya valorado en una cantidad mucho mayor, pidió perdón y hasta colgó una foto llorando en sus redes sociales. Se lo ha ganado del técnico y la afición, pero no de todos sus compañeros que gracias a él tumbaron al Athletic Club de Bilbao, abandonaron el puesto de colista y salieron del descenso. Dice haber aprendido la lección. Tiene mucho fútbol para ser protagonista por aspectos puramente deportivos. Velocidad y pegada de un jugador con un futuro brillante a la vuelta de la esquina.