La hegemonía de Wu Lei con el Balón de Oro chino parece que está cerca de llegar a su fin. El máximo exponente del país cerró un 2020 para olvidar. El descenso a Segunda División española y unos números (cuatro goles y cero asistencias en 33 partidos) que para nada reflejan el nivel que demostró en el Asia, lo dejan como el candidato más flojo de los tres.
Su tercera temporada en España sigue mostrando altibajos, pero al menos está consiguiendo que se vean esos pequeños destellos que demostró en Shanghai, donde en su última temporada marcó 27 goles en 29 partidos.
Todo lo contrario es Wu Xi. El poderoso y veterano centrocampista del Jiangsu Suning cerró uno de los mejores años de su carrera y lo coloca como el favorito para llevarse el trofeo.
Siendo capitán, consiguió una hazaña histórica para el club de Nakín. Logrando derrocar en la final de la Superliga China al imponente Guangzhou Evergrande de Paulinho y compañía. Este título significaría el primero en las vitrinas del Jiangsu y entraría en la selecta lista de campeones de los años 2010-2020. Donde el Guangzhou predominaba con ocho títulos de liga en diez años.
Por otro lado, la mayor promesa que tiene el país. Wei Shihao cerró un año sin títulos pero con un gran número individual que lo coloca como favorito junto a Wu Xi. El joven de 25 años consiguió el galardón de máximo goleador nacional con ocho tantos en diez partidos, siendo también el segundo máximo goleador del Guangzhou por detrás de Paulinho. Fue declarado como el mejor jugador de la primera vuelta liguera. A su pesar, sufrió una lesión a mitad de temporada que le hizo perderse 2dosmeses de competición, obligándolo a regresar en los cuartos de final ligueros.
El domingo 17 de Enero, conoceremos al cuarto chino de la historia en coronar el máximo trofeo individual del país asíatico.