Argentina volvió a decepcionar y esta vez ni tan siquiera Leo Messi se salvó de la quema. El jugador azulgrana no estuvo a su altura y firmó unos números muy alejados de los conseguidos con el Barcelona en la presente campaña.
Para empezar, apenas entró en contacto con el balón en 49 ocasiones, una media de una vez casi cada dos minutos de partido. Muy poco para un jugador que estaba llamado a salvar a la 'Albiceleste' con su fútbol y que en su club llegó a promediar 77,4 toques por choque.
Si ante Islandia se ofreció e incluso bajó a recibir de manera constante, contra Croacia esperó el balón en posiciones más avanzadas y el centro del campo de Argentina no fue capaz de hacérselo llegar de manera fluida.
Así, únicamente intentó 32 pases, de los que 24 fueron buenos, llegando a generar algunas ocasiones de peligro en esas acciones. Como ya es habitual, fue el que menos kilómetros recorrió -7,624km-, pero esta vez ese ahorro de fuerzas no le sirvió para ser letal con su fútbol ofensivo.
Mascherano volvió a ser el que más le buscó, pero apenas recibió 29 pases de sus compañeros en todo el partido, uno cada tres minutos de juego.
Por último, en una de las suertes que más domina, la del gol, no pudo ni tan siquiera inquietar a Subasic, pues no remató a portería, a pesar de que llegaba a Rusia promediando 2,53 lanzamientos a portería por partido con el Barcelona.