Planteó el técnico francés, como se esperaba, un partido para los menos habituales. Con las garantías de Asensio, Lucas Vázquez y Ceballos, 'Zizou' le dio la alternativa a un Vallejo que acabó expulsado y a Tejero, uno de su ojitos derechos del filial.
Ante la intensidad y las ganas de comerse el mundo locales, el Madrid pudo hacer poco en la primera mitad. La prisa por marcar rápido no le beneficiaba frente a un Fuenlabrada recuperando fácil el balón y tomándoselo todo con calma. Los blancos, imprecisos, y los azules, con paciencia... papeles intercambiados.
Sólo hubo dos ocasiones antes del descanso, una para cada equipo. Miguel Ángel avisó de cabeza a un Casilla que sacó sus reflejos felinos para evitar comenzar a contracorriente y Codina puso una mano milagrosa al borde del descanso para desviar, con ayuda posterior del larguero, una volea increíble de Llorente.
El antídoto, desde los once metros
La enfermedad que privaba al Madrid de jugar con soltura desapareció en cuanto Asensio ejecutó una dudosa pena máxima señalada sobre Achafr. El canterano recibió un agarrón, sí, pero la mano de su oponente dejó de estar en contacto con él antes de que entrara al área.
Pero la polémica y las quejas no evitaron que Asensio, tirando de galones, firmara un 0-1 que hacía mucho más fácil el camino blanco hacia la victoria. En menos de diez minutos, el Madrid casi cantó dos goles... casi porque Codina, en estado de gracia, lo pudo evitar.
La suerte volvió para el equipo de Zidane, de nuevo, de mano de los once metros. Un penalti señalado por agarrón a Theo que, además, significó la expulsión de Paco Candela por segunda amarilla, le puso en bandeja de oro el gol a Lucas Vázquez.
Tras el 0-2 poca historia tuvo el partido. Los locales bajaron los brazos y Vallejo vivió, a causa de una entrada bastante grave, su primera expulsión con el Real Madrid... justo el día de su debut.
Solventaron los de 'Zizou' de la mejor manera posible esta ida de dieciseisavos, dejando la sentencia para la vuelta. La afición del Fuenlabrada podrá estar desmotivada por el resultado, pero satisfecha con el rendimiento y el valor que puso su equipo sobre el césped.