Quiso ser el Grinch el Villarreal en territorio vasco desde el primer minuto. Fornals, desde la frontal, no esperó siquiera a que el público se sentase con un disparo que terminó atrapando Asenjo.
El Eibar es un equipo diferente cuando juega bajo el amparo de su afición. Tiene un efecto hechizante Ipurua sobre los rivales que los achica. Tras el susto inicial, apareció la versión apisonadora de los de Mendilibar.
Orellana primero, con un disparo al palo corto, y Cote después pusieron en sobreaviso a un Villarreal que todavía no sabe lo que es ganar con Luis García Plaza. Ha dotado de mayor solidez al equipo, pero le faltó mordiente arriba.
El Eibar insistió e insistió, queriendo derribar la puerta del Villarreal. Construyó un muro el cuadro castellonense con Asenjo en lo alto de la torre para vigilar todas las acometidas, desde uno y otro flanco, del cuadro 'armero'.
Reacción del Villarreal
Solo durante los últimos diez minutos de la primera parte aparecieron los pupilos de Luis García Plaza. Samu Chukwueze, en un partido en el que apenas tuvo apariciones, le puso el balón en la frontal de nuevo a Fornals, pero el ex jugador del Málaga estuvo muy desacertado, no solo en esa jugada, sino en el resto del partido.
Pareció animar el partido el paso por los vestuarios. Lejos de esperar a los minutos finales, el Eibar se lanzó a por el gol, no antes sin llevarse un susto inicial del Villarreal, como ya ocurriera en la primera mitad.
Los héroes del partido
Asenjo se convirtió en el rey del Villarreal. Sacó una mano prodigiosa tras un lanzamiento de Charles, se tiró para atajar un disparo de Orellana y voló para despejar un cabezazo inapelable de Ramis.
Riesgo también quiso su porción del roscón y salvó al Eibar de la quema. Providencial estirada del arquero del conjunto 'armero' cuando Gerard Moreno ya olía el gol. También sacó el guante para quitarle el balón a un Cazorla que quería meter su tercer gol en cuatro días.
Los cambios no hicieorn sino frenar un ritmo que poco a poco fue decreciendo. A ninguno le servía el empate, pero tampoco eran capaces de batir a los guardametas rivales. Finalmente, un punto para cada uno que no les saca del apuro.