La temporada 2019-20 aún ha concluido oficialmente. Mientras las principales ligas del continente se acercan ya al primer tercio del curso 2020-21, en Escandinavia el fútbol está a punto de cerrar al fin uno de los capítulos más convulsos de su historia debido a la pandemia. Y puede hacerlo, además, con la guinda que de un hito histórico.
Hablamos de la posibilidad de que el modesto FK Bodo/Glimt conquiste la primera Eliteserien de su historia a falta de cinco jornadas para concluir el campeonato. Lo haría, además, superando por un amplio margen en la tabla a Molde, Rosenborg y Valerenga, viejos conocidos todos ellos del segundo escalón del circuito europeo que han pasado, sin duda, tiempos mejores.
Aunque no sea uno de los más populares del continente, el campeonato noruego se han convertido en una interesante fuente de prometedores futbolistas en los últimos años, como Martin Odegaard (Stromgodset), Erling Haaland (Molde) o Alexander Sorloth (Rosenborg), y la ciudad de Bodo, de apenas 50.000 habitantes, podría ser el siguiente caladero donde se lancen a pescar los grandes clubes de Europa.
El Milan, de hecho, abrió la veda fichando a Jens Hauge, de 21 años, poco después de exhibirse ante el conjunto de Stefano Pioli en la fase previa de la Europa League. Antes de poner rumbo a San Siro, el joven noruego, que disputó sus primeros minutos como internacional absoluto hace un mes escaso, había anotado 14 goles y repartido diez asistencias que, salvo catástrofe, ayudarán a coronar campeones a sus ex compañeros.
Entre ellos, dentro de un alto nivel de talento, se encuentran Patrick Berg, mediocentro de 22 años, o Victor Boniface, delantero de 19. Pero, sin duda alguna, el nombre propio de este equipo -en ausencia de Hauge, claro está- es el de Kasper Junker. El delantero centro, con 18 goles, se sitúa octavo en la carrera por la Bota de Oro. Sus posibilidades de alzarla son remotas, pero su mera aparición en el 'top 10' ilustra a la perfección el dulce momento que atraviesa el Bodo/Glimt.
Mientras el Malmö conquistaba hace escasos días su vigesimoprimer título de liga, convirtiéndose así en el rey del balompié sueco, y el HJK Helsinki hacía lo propio en Finlandia con el vigesimocuarto, Noruega se prepara para una ceremonia de coronación muy especial: la de un nuevo campeón nacional. El primero más allá del círculo polar ártico.