En una entrevista con la Agencia 'EFE' a pocos meses de conmemorar en julio el décimo aniversario de aquel título logrado ante Holanda en Johannesburgo, Villar destacó que España tenía "muy grandes jugadores, modestos, que tenían como meta ganar, entregaban todo en el campo", con un técnico "extraordinario" como Vicente del Bosque.
- P: Hace diez años el fútbol español estaba a punto de proclamarse campeón del mundo, ¿usted pensaba que estaba tan cerca?
- R: Habíamos sido campeones de Europa dos años antes en Viena al ganar a Alemania (1-0), selección de las mejores del mundo, y además de ganar nos reconocieron los críticos y los aficionados de toda Europa ser la mejor selección y la que mejor juego desarrolló, con un grupo humano extraordinario y con Luis Aragonés de seleccionador. Todos nos querían ganar. Se trabajó en profundidad en las selecciones inferiores, que ya habían ganado el Mundial sub-20 de Nigeria, el oro en Barcelona'92 y la plata en Sídney 2000, entre otros muchos campeonatos.
En el primer partido la derrota ante Suiza me produjo una gran preocupación. Es muy difícil superar ese resultado por el grupo, pero lo conseguimos. Del Bosque recuperó al equipo inmediatamente. En cuartos contra Paraguay nos pitaron el penalti en contra y en unos segundos piensas lo peor, pero cuando Cardozo lo iba a lanzar tuve la premonición de que Iker lo paraba y así fue. Luego el gol de Puyol a Alemania es de esos que marcan al jugador que los mete. Él y España lo merecían. Tenía gran confianza en que íbamos a ganar, estábamos jugando mejor que los alemanes, éramos imparables. En la semifinal estaba sentado al lado de Franz Beckenhauer y al acabar me dio la enhorabuena expresándome que habíamos jugado mejor que Alemania y merecíamos pasar a la final.
- P: ¿Qué recuerdos destacaría de Sudáfrica?
- R: Fue especial porque ganamos y por las consecuencias que hubo después. Se jugó en África por primera vez. El presidente de la FIFA apostó por ello y fue un gran éxito, con una gran asistencia de aficionados españoles todo el campeonato animando constantemente, lo cual fue un gran ejemplo. Recuerdo el gran trato que nos dio la afición sudafricana, tiempo después de concluido el Mundial fuimos a jugar allí un amistoso contra su selección de agradecimiento, de manera desinteresada, como correspondía hacer. También lo hicimos en Viena con la selección de Austria después de ganar la Euro de 2008.
Recuerdos tengo muchísimos. El que llevaré siempre en mi corazón es el gol de Iniesta, que no lo pude festejar. Estaba a metro y medio del presidente de la FIFA, junto a las restantes autoridades, y en los palcos por educación no se festeja, pero no se me olvidará ese extraordinario gol de Iniesta, la realización, porque fue difícil meterlo y aprovechar la oportunidad. Él la aprovechó. Este gol es patrimonio de él, que lo llevará siempre unido a su vida. Un gol histórico para el fútbol español y para el Campeonato del Mundo. Y recuerdo la tensión eterna de los 30 segundos siguientes que me fijé en el árbitro a ver si nos podía anular el gol, porque los jugadores de Holanda empezaron a protestar muy airadamente.
También la parada minutos antes, mano a mano, de Iker Casillas al delantero holandés Robben, ¡qué nervios!.
Tengo recuerdos entrañables al bajar acompañando a la reina Sofía, junto al presidente de la FIFA, a entregar la Copa a Iker y el abrazo que le di a nuestro capitán en la ceremonia de entrega. Y la actuación de nuestro equipo de árbitros Alberto Undiano, Héctor Valdasí y Fermín Martínez que arbitraron tres partidos del Mundial, haciéndolo muy bien.
- P: Seguro que también tiene alguna anécdota...
- R: Al final cuando nos cambiaron la Copa en las casetas. Estábamos todos festejando que habíamos sido campeones junto a la Reina y el príncipe Felipe en aquel momento y vino un empleado de la FIFA con un carrito y una caja. Dentro de la caseta cogió la copa original, abrió la cajita, sacó una copia, metió la otra y se fue. Por lo visto estaba en el Reglamento, pero nadie se dio cuenta del cambio. Yo lo vi. Después, esa copa es la que se trasladó a España y se llevó a todos los lugares del mundo que nos la pidieron.
Me viene a la cabeza la designación del árbitro de la final, el inglés Web. Yo era presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, pero como España jugaba la final no me podía pronunciar, cosa que respeté. La mayoría de los miembros de la Comisión propusieron a Web porque en su opinión había sido el árbitro más en forma del Mundial. Pero tenía una objeción, que había sido el que nos había pitado contra Suiza el primer partido que perdimos. Existía un criterio interno, consensuado pero no escrito para este Mundial, que un árbitro que había pitado a una selección que había perdido un partido en la fase de grupos no podía arbitrarla de nuevo por protección a la figura arbitral. A pesar de ello se le nombró y yo, por respeto, no hice ningún comentario.
Esto da mayor valor a la victoria, a la credibilidad de la Comisión y de la actuación del árbitro. Luego Web, como recuerdo, nos regaló la camiseta y las botas que utilizó en la final. Están expuestas en el Museo de la RFEF con un cuadro del gol de Iniesta.
También recuerdo la mañana anterior al partido que fui a escuchar misa en Johannesburgo. Después, en la ceremonia de inicio de la final, cuando bajamos las autoridades para saludar a los jugadores por el pasillo que nos llevaba al campo cogí y sostuve la mano durante un tiempo al presidente de la Federación Holandesa, Michael Van Praag, deseándole suerte. Él siempre me recuerda cuando nos hemos visto que aquel gesto le hizo muchísima ilusión al tenderle la mano en aquel momento de nervios, incertidumbre y de pasión.
Luego, cuando ganamos, en el palco hubo una expresión de una persona que yo quiero mucho que ya no vive, Julio Grondona, que era presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y vicepresidente de la FIFA, que estaba a mi derecha. Me dio un abrazo y me dijo 'ya soy feliz, estaba pendiente de que vosotros quedáseis campeones para decirle a Blatter que los campeones del mundo jueguen siempre el Mundial' y me hizo mucha alegría.
- P: ¿Le impresionó el recibimiento al equipo que hubo en España?
- R: Fue maravilloso. Nunca jamás vi las calles de Madrid como aquél día. Todo el país estalló de alegría en una época difícil. La recepción del rey emérito, la visita al presidente del Gobierno, cómo se trasladó la Copa a otros lugares de España, al COE, todo el deporte representado allí, a la Asociación de la Prensa Deportiva, a la Conferencia Episcopal, a Santiago de Compostela y al Pilar...
P: ¿Qué significó aquel título para el fútbol español?
R: Supuso el reconocimiento firme de que nuestro fútbol era en aquel momento el mejor del mundo, porque teníamos excelentes jugadores, modestos, que no se les subieron a la cabeza esos dos éxitos maravillosos, que tenían como meta ganar, que entregaban todo en el campo, futbolistas extraordinarios. Algunos siguen en activo, son un ejemplo de profesionalidad, necesarios para que las nuevas generaciones los tengan como modelo. El capitán, Sergio Ramos, el que más partidos ha jugado, al que felicito por ello.
También quiero mencionar palabras de dos personas importantes en el mundo del fútbol. Una es Michel Platini, que cuando le preguntaban por qué España ha tenido esos dos éxitos él contestaba que para tener esos logros hay que preocuparse de las selecciones inferiores y hacer lo que ha hecho España. Todos los que quedaron campeones de Europa y del mundo se han ido formando en sus clubes y en categorías juveniles de nuestras selecciones.
La otra es Vicente del Bosque, que dijo que el éxito de nuestra selección no fue de casualidad, sino un trabajo estudiado, programado y realizado con éxito, y es verdad.
P: Dos Eurocopas y un Mundial seguido es muy difícil de ganar ...
R: Por supuesto, hay muchos factores. El trabajo con las selecciones inferiores es fundamental. También el grupo de dirigentes que desde el primer momento en que entramos en la Federación nos preocupamos de las selecciones, de su buque insignia que es la absoluta, concediéndoles más recursos económicos, más personal, más medios materiales y humanos. Construimos la Ciudad del Fútbol. Fue una apuesta ambiciosa y tuvo su éxito.
Si damos al éxito y triunfos obtenidos por la selección nacional un porcentaje del 100%, a los jugadores y los técnicos, como Luis Aragonés y Vicente del Bosque, les correspondería alrededor de un 95%, pero hay un 5% necesario también y este corresponde a los directivos, a la planificación, proyectos, inversión de recursos, y elección de los seleccionadores que nosotros realizamos. En definitiva al éxito de una gestión completa en todas las parcelas.
P: Cuando se cumplan diez años de Sudáfrica en julio todavía se estará jugando la Eurocopa de este año con Bilbao entre sus sedes
R: No niego que trabajé para que saliera Bilbao y así fue. Me hizo muchísima ilusión. Yo soy bilbaíno, jugué en el Athletic Club y tengo mi casa allí. Iré a ver y a animar a la selección a San Mamés. Hay que felicitarla por la brillante clasificación que ha obtenido.
Bilbao es una ciudad moderna, acogedora, con excelentes servicios de todo tipo, de gente simpática y sobre todo muy exigente en cuanto al fútbol, que se respira por sus cuatro costados. Es extraordinario verla junto a otras maravillosas ciudades europeas sede de la Euro 2020 como por ejemplo: Londres, Roma, Múnich y San Petersburgo.
La selección ha jugado en Bilbao en seis ocasiones, la primera en 1921 y la última contra Turquía que ganamos 2-0 yo estuve en el campo en 1967, yo tenía 17 años, todavía no jugaba en Primera, estaba en los juveniles del Athletic.
No tengo duda que la selección será muy bien acogida, y para mí es una gran orgullo haber trabajado para que la vuelta de la selección a Bilbao sea grata realidad.