El partido estuvo muy igualado durante la primera media hora, pero poco a poco se fue imponiendo la voluntad de los 'tigers'. Comenzaron a dominar, a jugar mejor y entonces llegó el gol.
Era el minuto 34. Marcos Rojo empujó a Maguire en un saque de esquina botado por Maloney, y el árbitro decretó la pena máxima. Un penalti que convirtió el capitán, Tom Huddlestone, para llevar la euforia a la grada.
El pase estaba ahí. Un gol más y la eliminatoria se igualaría; dos, y el pase a la final sería suyo. Sin embargo, el United tiró de oficio y anuló a su rival.
Fue Pogba, media hora más tarde, quien igualó el partido. Ese gol acabó con las esperanzas de los locales. Hacían falta tres goles más si se quería estar en la final. En media hora. Ante el United. Misión imposible.
Pero pese a todo no se rindieron. Pelearon hasta el final, pese a que Marcos Rojo estuvo a punto de reventar del todo la eliminatoria en el 72', pero su chut se topó con el poste.
Niasse también se topó con la madera poco después, pero a la cuarta fue la vencida. De Gea le paró los dos primeros intentos, el poste el tercero, pero en el 85' vio puerta por fin.
No había tiempo para la remontada, pero los 'tigers' siguieron buscando el gol. Pero dio igual. El Manchester United jugará la final de la EFL Cup contra el Southampton.