Parece que Claudio Ranieri no andaba desencaminado. "Será más fácil que E.T. baje a Picadilly Circus a que volvamos a ganar la Premier League", dijo el otro día. Visto lo visto en el primer partido de liga, el italiano está cargado de razón.
Al campeón ya no le juegan como antes. Los equipos ya no le dominan, sino que se encierran atrás y buscan el contragolpe. Lo mismo que hicieron los 'foxes' el año pasado para sorprender al mundo entero y hacerse con el título.
La baja de Kanté, principalmente, se notó mucho. Drinkwater no estaba tan cómodo en el césped como el año pasado con King como acompañante. Es cierto que es tan sólo el primer partido, pero parece claro que el milagro no se dará por segunda vez.
Dominio tímido del Leicester en la primera parte
El Hull sabía que su oportunidad era al contragolpe o a balón parado y esperaron a los de Ranieri, a los que le regalaron el balón y el dominio. Pero los 'foxes' no están acostumbrado a eso y generaron pocas ocasiones. Las mejores, de Fuchs y de Vardy al filo del descanso, que perdonaron el 0-1.
Y lo pagaron. Al filo del descanso, un córner botado desde banda izquierda fue rematado por Davies. El balón lo detuvo Schmeichel, pero un remate acrobático combinado entre Abel Hernández y Diomande, que recordó a la serie 'Oliver y Benji', acabó con el gol del noruego, que abría el marcador.
Regalo del árbitro tras el descanso
Nada más salir del túnel de vestuarios, se dio una jugada que pudo cambiar el devenir del partido. Una falta de Huddlestone sobre Grey, claramente fuera del área, fue señalada como penalti por el colegiado. Mahrez no desaprovechó el regalo y logró el empate.
Pero el Leicester no supo aprovechar el golpe psicológico y diez minutos después, Snodgrass puso el 2-1 en el marcador aprovechando un fallo en la salida de balón. El resto del partido, fue un quiero y no puedo de Ranieri, que acabó quitando a Simpson por Ulloa en un desesperado intento de empatar.
No pudo ser. El Hull, con sólo 13 futbolistas profesionales en plantilla, dio la campanada y logró los tres puntos ante el vigente campeón, que no empieza con buen pie su defensa del título.