Un grupo, reducido pero follonero, de aficionados del Ajax, pagó con los asientos del estadio su frustración. Los arrancaron y los arrojaron al terreno de juego.
Fueron pocos, pero ruidosos. Los suficientes para empañar una bonita noche, que aunque no terminó como deseaban, demostró que este Ajax está llamado a lograr grandes cosas.
Los ultras del Ajax pagaron la derrota con una lluvia de sillas pic.twitter.com/ELRI1aDfWD
— Ultras Barras Bravas (@ultras_barras) 25 de mayo de 2017