El Wolverhampton Wanderers fue un auténtico torbellino y dejó vista para sentencia la eliminatoria de los dieciseisavos de final de la Europa League tras endosar un contundente 4-0 al Espanyol. Los 'pericos', superados en todo momento, se tendrán que aferrar al milagro en el RCDE Stadium.
Abelardo acudió al Molineux Stadium sin el lesionado De Tomás y un once de rotaciones, consciente de dónde está lo verdaderamente importante para los 'pericos', pero la ilusión era evidente 12 años después de su última participación en esta Europa League.
Sucede que las medias tintas, con un ojo en Europa y otro en LaLiga, acabaron jugando una muy mala pasada a un Espanyol abrumado por la decisión de los Wolves. Los de Nuno Espírito Santo quisieron más y acabaron martilleando a su rival, débil defensivamente y aferrado a unos pocos chispazos de Wu Lei.
El delantero chino fue de lo mejor del equipo de Abelardo. Suyas fueron las más claras gracias a sus buenos desmarques entre una defensa de tres centrales que lo pasó regular para contener al atacante 'perico', acompañado por un Facundo Ferreyra más deslucido.
Las intenciones de los Wolves se vieron desde bien pronto. El conjunto inglés no permitía tocar a los barceloneses con una presión asfixiante y Moutinho avisaba con un tiro lejano. No obstante, el Espanyol supo liberarse de ese inicio asfixiante y encontró precisamente a Wu Lei para responder a la advertencia de los locales. Pero la mejora no llevó más que al primer golpe.
Al cuarto de hora de partido, un error en la marca en un saque de esquina dejó a Diogo Jota solo para remachar un balón preciso colgado por Moutinho. No había nadie con él en el área pequeña y los Wolves aprovechaban la situación para apretar. Raúl Jiménez lo intentaba en un quiebro a Naldo y Andrés Prieto salvaba un mano a mano con Adama Traoré.
Ferreyra erraría una ocasión clarísima frente a Rui Patrício, que peateaba al aire un balón llovido en lugar de despejar. Sería seguramente el punto de inflexión del partido. Un empate habría cambiado mucho las cosas, pero el marcador no hizo más que abultarse para el conjunto inglés durante una segunda parte negra para los 'pericos'.
En el 53', Rúben Neves se sacó un derechazo de locos desde la frontal del área que se hacía imposible para Andrés. Controló de pecho con la permisividad de su marca y armó la volea. Locura en el Molineux que continuaría un cuarto de hora después Diogo Jota con su segundo tanto.
Con un desmarque de ruptura sencillo, el portugués se cargaba la línea defensiva del Espanyol y se zafaba de Víctor Gómez para romper la meta espanyolista. Y por último, a modo de clavo en el ataúd, Diogo Jota cerraba su 'hat trick' con un disparo cruzado desde la media luna en la que Naldo pudo y debió hacer mucho más.
Un 'palo' importante para el Espanyol, que echa el freno a una buena dinámica en Liga empañada por este severo traspiés en Europa. Los Wolves dejan estos dieciseisavos casi cerrados y habrá que ver el discurso de Abelardo de cara a una vuelta donde los 'pericos' intentarán creer en la remontada.