Allá por el verano de 2019, Lucas Hernández y el Atlético de Madrid separaron sus caminos. El defensa galo iniciaba así una aventura en el Bayern de Múnich que, de momento, ha tenido luces en lo colectivo y sombras en lo individual.
Desde su llegada, el conjunto bávaro ha ganado todo en un 2020 para la historia, pero el papel del francés, en líneas generales, no ha sido tan fundamental como el que tenía durante sus años como 'colchonero'.
Las lesiones impidieron que Lucas se asiente en el actual campeón de Europa durante su primer año, aunque esta temporada su presencia está siendo cada vez mayor, tal y como refrendan sus 976 minutos en lo que va de curso.
Este martes 1 de diciembre el jugador tendrá una gran oportunidad para seguir demostrando que puede ser una pieza clave en este Bayern en un escenario que conoce de primera mano: el Wanda Metropolitano.
Tal y como apunta 'AS', el internacional por Francia parece haber superado sus últimas molestias físicas y todo hace indicar que será de la partida en el duelo ante el que hace poco más de un año era su equipo.
Frente a él tendrá algunos viejos conocidos como Oblak, Giménez, Koke o Saúl. Unas caras que le evocaran recuerdos de una etapa en la que él era uno de los pilares del cuadro del Cholo. Ahora quiere demostrar que también puede ser parte de la guardia pretoriana de Flick.