"Creo que en la historia del deporte, sólo durante la Alemania de Hitler sucedieron cosas similares", espetó el técnico con vehemencia en sala de prensa, a sabiendas de que iba a ser motivo de una Comisión Disciplinaria.
Lucescu denunció públicamente cómo le dieron por perdidos en los despachos los duelos frente a Olympiacos y AEK, que a la postre le costaron el título de campeón de la Liga Griega.
El Comité de Disciplina ha sancionado al técnico rumano con 30.000 euros de multa por sus declaraciones. Sin embargo, Lucescu oteaba hata 40.000 euros y la suspensión drástica.