Luis Rubiales presenta su decálogo para comandar la RFEF

"Cambio, conocimiento, experiencia, fuerza, humildad, profesionalización, transparencia, respeto, ilusión y conciliación" fueron parte de los términos empleados por Rubiales para anunciar su decisión de optar al cargo que Ángel María Villar ocupó desde 1988 hasta su suspensión el pasado mes de julio por el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Con la vía de la moción de censura en la manga factible a partir del día 22, pero sin descartar todavía que haya una dimisión de Villar -que no ejerce por la suspensión pero se ha negado a dimitir- o una resolución del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) que provoque otras elecciones, Rubiales confirmó este lunes lo que era un secreto a voces.

Su deseo de ser presidente de la RFEF se hizo oficial poco después de que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) confirmara que el exjugador granadino (Motril, 1977) dejaba de forma voluntaria la presidencia que ha ocupado desde marzo de 2007.

La decisión, meditada, según sus palabras, y cargada de responsabilidad porque mucha gente se lo ha pedido, reabre la puerta a un nuevo escenario para el fútbol español, en el que Rubiales abogar por hacer "una gran sentada con la Federación como institución matriz".

"Hay que refundar muchas cosas y cambiar el rumbo. Tendré mi propio sello. Conozco el fútbol español, el europeo, me encuentro con juventud, fuerza suficiente, experiencia y humildad para rodearme de gente que me pueda ayudar. Tengo la mayoría suficiente", destacó.

Hace diecisiete años Luis Rubiales se presentó en sociedad como cabeza de una plataforma llamada "ELECCIONESAFE.COM", que demandaba la modernización del sindicato para que fuera más cercano a los jugadores y tuviera más "transparencia".

"Estoy convencido de que vamos a ganar", dijo entonces, mensaje que se hizo realidad sin llegar a las elecciones porque quien llevaba 21 años en la presidencia, Gerardo González Movilla, retiró su candidatura. Meses después los jugadores españoles fueron a la huelga al principio de la temporada 2011-2012 en reclamación de la deuda de los clubes (50 millones de euros que afectaba a unos 200 futbolistas) y la Liga tuvo que retrasar su comienzo.

Hoy Rubiales ha vuelto a mostrarse seguro de contar con el respaldo necesario para lograr la presidencia de la RFEF, "un Miura" desde el que "hay que conciliar, tender puentes con algunas instituciones pero con el respeto que merece la que rectora del fútbol".

"Sé que hay gente muy poderosa en este país a la que no intereso, pero hay gente del fútbol que me quiere ver ahí. Yo confío en la nobleza de la gente del fútbol. Me interesa como me siento yo y me siento seguro y con ilusión", subrayó.

Éstas fueron las frases que Rubiales puso como rúbrica a su declaración de intenciones en la que evitó ser crítico con los actuales responsables de la RFEF, un organismo al que pretende dotar de una transparencia de la que ahora carece con la participación de un economista en su junta directiva a la que formalmente comunicará su decisión en la reunión de esta semana.