El decepcionante comienzo de temporada del Manchester United no tuvo un único culpable. Varios jugadores no estuvieron a la altura y, entre ellos, destacó el escaso olfato goleador de un Romelu Lukaku que volvía a la disciplina 'red devil' tras maravillar en el Mundial.
Liberado después de acabar con su sequía marcando contra Southampton y Fulham, habló de su pésimo estado de forma y de cómo consiguió acabar con la mala racha.
"En el Mundial me sentí bien y creo que también jugué bien, pero estaba demasiado musculado", explicó Lukaku para 'Het Laatste Nieuws'.
"Cuando volví, lo comprendí de inmediato. No podía jugar con esa masa muscular en la Premier League, contra oponentes internacionales", continuó el poderoso atacante.
Entonces, Lukaku decidió ponerse a dieta, algo que ha estado haciendo hasta alcanzar su mejor momento de forma en los últimos compromisos.
"Tuve que perder músculos. No fui al gimnasio, bebí mucha agua y comí muchas verduras y pescado. Y eso me ayudó. El personal médico me hizo muchas pruebas y encontramos una solución", insistió el delantero del Manchester United.
"Estaba muy cansado después del Mundial, aunque no fue algo nuevo, ya me pasó en el Everton después del Mundial de Brasil", concluyó el atacante.