Volvió a mostrar su peor cara. El Bayern de Múnich se dejó dos puntos en el último minuto ante el Fortuna Düsseldorf y no consigue seguir la estela del Borussia Dortmund, que ganó su partido.
Los de Kovac no han empezado muy bien la temporada y el único que ha podido, en la medida de lo posible, poner remedio a eso es Thomas Müller. El alemán no ha perdido ningún encuentro de Bundesliga en el que haya marcado. Ya lleva 84.
Pero si hubo alguien al que señalar y al que sacar a hombros de una plaza tan complicada como la del Allianz Arena fue a Lukebakio. El ariete belga dejó su firma en Baviera y enmudeció a todos los que iban vestidos de color rojo.
Süle sirvió el entrante de la locura. El zaguero de 23 años recogió un balón suelto en el área y, a la media vuelta, adelantó al equipo de Kovac. Solo tres minutos después se cantó el 2-0.
Un magistral pase de Alaba fue recogido por un Müller que, con un remate al más estilo Ibrahimovic, batió a Rensing. Pero lo que era un partido plácido se convirtió en una tormenta por culpa de la figura de Lukebakio.
Justo antes del descanso, el '20' del Fortuna acortó distancias sin saber lo que ocurriría una hora después. Ni el doblete de Müller evitó otro estropicio del Bayern y otra vergüenza del mandato de Kovac.
A falta de 13 minutos para el pitido final, el belga volvió a aparecer para que empezase a chispear sobre el feudo bávaro. Los relámpagos se convirtieron en campanas anunciando que lo peor estaba por llegar.
No había tiempo para más. Algunos espectadores ya habían salido del estadio, pero Lukebakio lo volvió a hacer. Se internó en el área y saltó el muro de Neuer, quien ha vivido tiempos mejores, con un derechazo. La tormenta no cesa en Baviera.