"El primer partido que jugamos contra el Barça, yo tenía una inquietud que decía, a este tío con lo bueno que es, si le dejas recibir estás muerto, porque se te va. ¿Por qué no le ponemos un jugador ahí, que se dedique sólo a marcaje al hombre?", reconoció en una entrevista para la televisión del Sevilla.
En este sentido, Machín quiso enfatizar en su discurso y presumió orgulloso: "Le puse a Pablo Maffeo. Quedé contento con aquella experiencia. De hecho, fue un partido en el que Messi ni apareció".
Sin embargo, lo que no cuenta el técnico soriano es que aquella tarde el Barcelona se impuso 0-3 al Girona en Montilivi. Eso sí, más allá del resultado, Maffeo consiguió minimizar el impacto de Messi.
El Sevilla visita el Camp Nou como líder de la Liga, henchido de confianza y ávido de reinvidicación tras bailar al Real Madrid en el Sánchez Pizjuán.