Interpol explicó este viernes en un comunicado que entre el 22 de junio y el 16 de julio, cuando se desarrolló SOGA VII, las fuerzas del orden de China (incluidos Hong Kong y Macao), Malasia, Tailandia y Singapur se incautaron de más de 1,7 millones de euros en efectivo, así como de un millar de ordenadores y móviles que están siendo analizados por los investigadores.
Los agentes procedieron también a numerosos arrestos (242 solo en Hong Kong) y a la confiscación de boletos de apuestas por valor de 16,8 millones de euros.
La operación estuvo particularmente dirigida contra organizaciones delictivas que están detrás de las apuestas ilegales.
El director de la delincuencia organizada y emergente de Interpol, Paul Stanfield, destacó que ese negocio genera "enormes beneficios" a esas organizaciones, que con frecuencia están implicadas en actividades criminales graves.
Stanfield hizo notar que esas plataformas ilegales han alcanzado una dimensión trasnacional y que se sirven de jurisdicciones con una regulación laxa sobre las apuestas deportivas, lo que plantea desafíos suplementarios para la policía. De ahí la necesidad de una respuesta coordinada internacional.
Las siete operaciones SOGA que se han llevado a cabo hasta ahora han dado lugar a más de 30.000 detenciones, la aprehensión de unos 57 millones de euros en efectivo y el cierre de más de 3.700 centros de apuestas ilegales en los que se habían jugado cerca de 8.000 millones de euros.