¿El motivo? Se volvió loco. "Al principio me fue bien. Metí siete goles en cuatro amistosos, pero me hicieron esperar dos meses y medio hasta que pudiera firmar mi contrato. Escocia me volvió loco. Hacía mucho frío y era un fútbol muy físico. Un día, hacía tanto frío que fingí una lesión para irme al vestuario", reconoció Mahrez en unas declaraciones recogidas por 'Daily Mail'.
Y es que el futbolista admite que no tuvo coraje para marcharse. "Creía que había progresado mucho, pero no me atrevía a irme, así que me fui en secreto. Incluso dejé mis botas en el campo de entrenamiento. Le pedí una bici a un chico del hotel e hice las maletas sin decírselo a nadie. No se lo dije ni a la señora del hotel. Me fui por una escalera secreta para evitar la recepción y me fui al aeropuerto para volver a casa", explicó Mahrez.
El futbolista ahora brilla en el Leicester, pero no siempre lo tuvo tan fácil...