Pese a firmar un buen partido, Cristiano Ronaldo no tuvo suerte de cara al gol, algo que está siendo una constante en este inicio de temporada. Ante el Nápoles, una nueva muestra.
Con 1-1 en el marcador, entre Dybala y Cristiano recuperaron un balón en tres cuartos de campo y el luso, ya en la frontal del área, buscó el disparo con su pierna derecha.
Un chut seco, marca de la casa, que detuvo el guardameta napolitano antes de que se estrellara contra el poste. En el rechace, con la caña, Mandzukic puso el 2-1.
29 de septiembre de 2018