No hay goles difíciles para Sadio Mané. Tiene la virtud de hacer parecer fácil cada movimiento.
Mané logró marcar ante el Fulham y lo hizo gracias a la conexión brutal que tiene con Firmino sobre el césped. Juntos no hay quien pueda con ellos.
Mané se internó por un costado en el área del Fulham, le puso el pase a Firmino y éste se la devolvió en el momento perfecto. Una pared magistral que acabó con una definición perfecta.
Como no podía ser de otra forma, Mané abrió la lata ante el Fulham. La jugada, que bien podría venir escrita en un manual de buen fútbol, acabó en gol... otro más para Mané.
Porque, como bien apunta el Liverpool, Mané lleva firmados once goles en sus últimos once partidos. Y su hambre parece no tener fin.
17 de marzo de 2019