El fútbol inglés apuesta por fomentar valores y que no se repitan episodios lamentables y antideportivos por engañar al colegiado y a los rivales.
Las imágenes del fin de semana serán revisadas cada lunes por tres jueces que determinarán si el jugador en cuestión ha intentado engañar al árbitro.
Según esta medida, si estos futbolistas investigados son declarados como culpables, los jugadores se podrán enfrentar a una sanción de dos partidos.