El Alcorcón de Anquela gana por primera vez en su segunda etapa al frente del equipo y gana con justicia. Con justicia y polémica. De no haber caído los tres puntos del lado local, se hablaría mucho más de aquella mano en el área de Venancio no pitada de lo que se hablará. El gran Lugo de Nafti no estuvo bien esta vez y fue inferior.
Se encontró a remolque durante prácticamente todo el enfrentamiento. Los 'alfareros' iban intercalando un dominio pausado con uno de más juego directo. Venía mejor el segundo, pues, con el primero, había más fallos en los pases que otra cosa. Ya amoldada la propuesta, el problema era la falta de pólvora.
Y Marc Gual era el principal exponente de esta situación. El delantero no estaba fino, aunque hizo buena su actuación con el gol de la victoria, un disparo cruzado muy preciso al palo largo de Cantero. Hasta entonces, Arribas y De la Torre también lo intentaban sin suerte y Aguilera y Boateng iban apareciendo de menos a más en el campo y área rival.
En el Lugo, Alende se erigía en el último reducto de un equipo que estuvo a remolque casi todo el tiempo. Ni Cristian Herrera ni Carrillo entraban en juego, Hugo Rama tampoco y la única vez en que Dani Jiménez tuvo que estirarse fue para detener un testarazo de Juanpe.
El '3' fue quien se encargaba de despejarlo todo cuando más apretaba el Alcorcón. Si había que bloquear un tiro de Boateng, ahí estaba él; si había que abortar un centro de Ernesto -entró desde el banquillo-, ahí estaba él. No pudo evitar, eso sí, que Marc Gual abriera la lata, aunque quien le cubría era Venancio.
Vuelve el conjunto 'alfarero' al fin a la senda de la victoria de la mano de su conocido héroe, Anquela. Lo hace dando buena cara y con algo de amargura por aquella mano que el colegiado no consideró penalti y por la tarjeta roja directa a Sosa poco antes del final. Los de Mehfi Nafti no estuvieron cerca ni siquiera de empatar: toca levantar el vuelo.