El defensa checo Tomas Kalas se conviritó en uno de los protagonistas del encuentro en el que se disputaba el tercer y cuarto puesto de la China Cup entre la Selección de la República Checa y la China.
Kalas se encontró el balón y, con un movimiento involuntario, mandó, de tacón, el esférico al fondo de las redes del meta chino.
Un auténtico golazo que el checo marcó sin querer... Finalmente, el choque terminó con 1-4 a favor de los checos.