Mariño, que firmó este lunes con el Levante hasta 2018 después de que el club valenciano alcanzara un acuerdo con el Real Valladolid, acudió a la ciudad deportiva de Buñol para entrenarse bajo las órdenes del entrenador Lucas Alcaraz.
El meta gallego ya conoce a la mayoría de los miembros de la primera plantilla del Levante, pues jugó cedido por el Valladolid en Valencia el curso pasado, y charló distendidamente con muchos de los jugadores antes del inicio de la sesión de trabajo.
La plantilla del Levante regresó hoy a los entrenamientos después de haber disfrutado de una jornada de descanso y se entrenará hasta el viernes, ya que el técnico andaluz ha decidido dar descanso a los futbolistas el fin de semana al aprovechar el parón en la Liga por los compromisos internacionales.