No pasará el partido vivido en Montilivi a los anales de la historia. Empiezan a pesar más los miedos que la valentía en los equipos que están en la zona baja de la temporada.
Cambió el Girona la formación para dar entrada a cuatro defensas, pensando quizás que se podía prolongar el estado de alegría conseguido en el Santiago Bernabéu. Buscó más centro del campo Eusebio pero perdió a su vez profundidad por fuera.
Tenía que desarbolar el cuadro catalán a un equipo que todavía no sabe lo que es perder en liga con Imanol en el banquillo. La Real Sociedad sigue consiguiendo, poco a poco, una fiabilidad que le ha permitido estar en la lucha por la salvación.
La Real Sociedad, con las bajas importantes de Willian José y Januzaj en ataque, se encomendó a un Sandro que sigue pecando su falta de puntería. Un partido más en el que el canario no consiguió ver puerta pese a su insistencia.
El partido fue dominado por el centro del campo. Muchas faltas tácticas que llevaron, posteriormente, a las amarillas por reiteración. Fue por ello que se vivió un ritmo algo cansino durante buena parte del partido.
A los golpes pudo ganar el Girona, que tuvo las más claras del partido: una en cada mitad. Primero Rulli le sacó una mano al tiro de Lozano tras previa dejada de cabeza de Stuani. Después, en la recta final, perdonaría Borja García la victoria.
Ni siquiera los cambios revitalizaron a la Real Sociedad, que tocó y tocó con poca profundidad sin llegar a los dominios de Bono con peligro. A la contra sí lo intentó el Girona, pero siempre le faltó el último pase.
Finalmente, un punto para cada uno que no deja satisfecho a nadie. El Girona continúa inmerso en la lucha por la salvación y la Real Sociedad desaprovecha la oportunidad de dormir en Europa.