No podía faltar la polémica en el Metropolitano. Messi intentó echarse el equipo a la espalda tras el gol de Saúl y en uno de sus intentos, cayó derribado en la frontal.
El argentino había salvado a los dos primeros rivales, se metió entre varios defensas y cayó al suelo. La zancadilla de Gabi le había trabado, pero Mateu no señaló nada.
Messi se quejó desde el suelo amargamente, mientras Gabi esquivaba la bala de una casi segura segunda amarilla en el caso de que se hubiera señalado la infracción.
El enfado de Messi: reclamó falta de Gabi en esta acción. #MovistarPartidazo pic.twitter.com/2TSPdEonwD
— Casa del Fútbol M+ (@casadelfutbol) 14 de octubre de 2017