El Barcelona se quiere deshacer de Mathieu como sea, pero el jugador no pondrá nada de su parte para que eso se haga una realidad. El jugador tiene un año más de contrato e insiste en cumplirlo.
Su actitud es comprensible. Su carrera está en franco declive, sumido en una cuesta abajo imposible de negar. Cualquier traspaso ahora sería contraproducente para su salario, pues nadie en su sano juicio le pagará lo que percibe actualmente en el Barcelona.
A sus 33 años, Mathieu prefiere cobrar un año más y no jugar, poniendo casi seguro punto y final a su carrera al más alto nivel, que marcharse a otro equipo y disfrutar de dos años o tres, a lo sumo, de fútbol competitivo.
Así, Mathieu no saldrá por voluntad propia. Sólo lo hará si la oferta lo merece. Y si el Barcelona quiere desprenderse de él, que rescinda su contrato y le abone el año que le faltaría por cobrar. Al final, le saldrá más que caro Mathieu al Barça.