Las peleas y la violencia entre los aficionados ingleses y rusos en la Eurocopa de 2016, en el puerto viejo de Marsella, dieron la vuelta al mundo. Hubo 31 heridos y uno de ellos, grave.
Tras este antecedente y las apariciones de vídeos de entrenamiento paramilitar de los ultras de varios clubes rusos, las autoridades de Rusia están en máxima alerta.
El último de los vídeos, publicado hace unos días, muestra a hinchas violentos del Spartak de Moscú 'entrenando' en un bosque. ¿El título? "Esperando la llegada de los ingleses".
Hay cierto clima de miedo en Rusia. Los grupos de ingleses más numerosos pasaron la jornada del domingo bebiendo cerveza en el Fan Fest, el recinto oficial de la FIFA que cuenta con fuertes medidas de seguridad, y no lucieron camisetas ni banderas fuera de esa zona.
Pero este lunes más de 10.000 aficionados ingleses llegarán a tierras rusas para el debut de los 'three lions'. La recomendación que les han dado es que no provoquen altercados.
En lo que llevamos de Mundial no se han producido incidentes en ninguna ciudad, pero los rusos no tenían cuentas pendientes con ninguno de los debutantes. Sí la tienen con los ingleses, por lo que no se sabe cómo actuarán los ultras rusos, aunque han registrado más incidentes fuera de Rusia que dentro.
El ministerio de Interior inglés impidió la salida de su país a más de 1.000 'hooligans', pero algunos no están ni fichados.
Los ingleses llegarán a Volgogrado, la antigua Stalingrado, un lugar en el que se produjeron una de las más duras batallas de la Segunda Guerra Mundial.