El PSG se proclamó campeón de la Copa de Francia ante el Saint-Étienne en un partido que estuvo marcado por la lesión de Kylian Mbappé. El delantero se tuvo que marchar por una entrada brutal en la primera parte.
Perrin fue sin medir abajo y el pie del delantero se quedó atrapado, lo que acabó con el capitán del Saint-Étienne expulsado tras la revisión del VAR y Mbappé en la enfermería.
La imagen del encuentro fue probablemente la reaparición del delantero francés por el túnel de vestuarios, en muletas, durante la segunda parte. Incluso se le vio en la bocana contemplar los últimos minutos del partido y acompañó al equipo durante la celebración entre risas y algún gesto de complicidad.
Ver a Mbappé en muletas y con el tobillo inmovilizado debió hacer que un escalofrío recorriera el cuerpo de los seguidores del PSG, que el próximo viernes disputa la final de la Copa de la Liga ante el Olympique de Lyon y tiene la Champions en el horizonte.
Los parisinos se miden al Atalanta el próximo 12 de agosto y la principal preocupación estará en saber cuál es el alcance de la lesión de Mbappé, que podría perderse ese tramo final fundamental para el equipo de Thomas Tuchel.