El nombre de Jérémy Ménez es uno de esos que rondan la cabeza de cualquier futbolero de los 2000. Desde su estreno con el Sochaux en 2004, el habilidoso mediocampista estuvo entre los mejores del fútbol francés y pasó por gigantes europeos.
Su nombre se vincula a los de Karim Benzema, Samir Nasri o Hatem Ben Arfa, entre otros muchos, como parte de esa generación del 87 plena de calidad. Jugó la Eurocopa de 2012 y en su historial lucen clubes como Mónaco, Roma, PSG, Milan o Girondins.
Ménez volvió a ser noticia cuando regresó a Francia para jugar en Segunda División a bordo del Paris FC. Allí trata de reencontrarse tras una aventura complicada en el América de México plagada de una polémica de la que tampoco se deshizo en Francia.
Al poco de empezar su etapa en París se filtró un vídeo suyo con mujeres y alcohol. No obstante, Ménez se ha mantenido como un fijo en el equipo de Mehmed Bazdarevic y esta campaña ha disputado ya 12 partidos, aunque los suyos marchan penúltimos de Segunda.
No obstante, en la Copa de Francia, Ménez tuvo espacio para lucirse. El de Longjumeau sumó su primer gol con el Paris FC ante el Saint-Étienne, que se aun así se impuso por 2-3. El suyo fue el que abrió el marcador en el 23' a pase de Pitroipa.
Khazri haría el 1-1 y Pitroipa, en el segundo tiempo, puso por delante nuevamente al Paris FC, que complicaba así las cosas a un Saint-Étienne que acabó remontando con los tantos de Abi y Debuchy.
Buen escaparate el que disfrutó el centrocampista francés, al que aún le deben quedar algunos años de fútbol por delante. Con su tanto recordó que el que tuvo, retuvo, y que sigue dispuesto a dar guerra.