Messi recuperó seis balones en la primera parte, tantos como un 'currante' nato como es Luka Modric. Messi no defiende, Messi va por el campo andando, y, sin embargo, recupera media docena de balones en sólo 45 minutos.
Tras el pitido final esa cifra quedó eclipsada por los registros de otros jugadores, pero tiene una razón de ser. Con la entrada de Iniesta, Messi se volcó más en el juego ofensivo en lugar de iniciar las jugadas desde el centro del campo.
Y, a pesar de todo, como no vio puerta, el partido de Messi ha sido catalogado de gris y regular.