Que nadie lo dude. Leo Messi está más que preparado para su vuelta a los terrenos de juego. Las vacaciones y la recuperación tras la lesión han llegado a su fin.
Y lo demostró durante el entrenamiento del Barcelona antes de medirse al Real Betis. Eléctrico y rápido, Leo no hizo prisioneros ni entre sus compañeros, el que se cruzaba en su camino quedaba retratado.
Uno de los que más lo sufrió fue Arturo Vidal. El chileno vivió en sus carnes un caño del delantero. Piqué, que vio las escena desde una posición privilegiada, no pudo contener una sonrisa.
21 de agosto de 2019