El Barcelona dio un pasito más hacia el título de Liga con una sobria victoria ante el Leganés en el Camp Nou. Los de Valverde se valieron de un 'hat trick' de Messi para derrotar a los 'pepineros' y en el proceso igualaron el récord de partidos sin perder de la Real Sociedad con 38. Podrán establecer una nueva marca el próximo sábado en el Camp Nou ante el Valencia.
El del Leganés no fue un choque muy diferente de los vistos esta temporada en el templo azulgrana. Si unas veces los 'culés' maduraron el partido en la primera parte y sentenciaron en la segunda, otras, como ante los de Garitano, dominaron en la primera parte y se dejaron llevar en la segunda.
El Barcelona, que regresaba al Camp Nou en Liga tras casi un mes sin jugar en casa entre el parón internacional y el choque del Sánchez Pizjuán, pareció continuar con el choque ante el Athletic, su último rival en la Ciudad Condal. Tuvo el control en la primera mitad y mereció incluso amasar una ventaja superior de cara a la segunda parte, pero se conformó con un 2-0 que fue suficiente tras el descanso y que acabó siendo redondeado con el tercer gol de Messi.
El Barça guarda fuerzas
Ávidos de descanso en esta parte tan importante de la temporada, los azulgranas sestearon durante la segunda parte y dieron vida al Leganés, que aprovechó la oportunidad y se reenganchó al partido con un buen latigazo de El Zhar, aunque nunca dio la sensación de poder obrar la machada.
Pero antes, el Barcelona se supo ganar el derecho a vivir de las rentas gracias a Messi. Tras los ya clásicos avisos de un Luis Suárez muy poco acertado, el rosarino volvió a mostrar su puntería a balón parado con su sexto gol de falta directa de la presente campaña.
Messi apuntó y gastó una bala en la falta más cercana a la frontal, pero no perdonó en la segunda, más alejada y muy similar a la que le marcó a Oblak en el choque ante el Atlético de Madrid. Esta vez, el azulgrana buscó la media altura y no la escuadra y a Cuéllar le resultó literalmente imposible llegar a tiempo para evitar el tanto.
El Barcelona se gustaba y, entre arreón y arreón, llegaría el segundo. Lo haría de nuevo Messi, que se reenganchaba a la lucha por la Bota de Oro tras recibir de un demasiado ansioso Coutinho y superar con un contro orientado y un toque sutil al portero del Leganés.
Con el 2-0 se llegó al descanso y, aunque Coutinho y Dembélé trataron de evitarlo, llegó el momento de la siesta para los de Valverde. El Leganés lo supo ver y apretó hasta conseguir el 2-1, que sólo serviría finalmente para maquillar el marcador, pero que le daría cierta emoción al final del encuentro.
El choque parecía condenado a morir con ventaja de un tanto y con el Barcelona más preocupado de defender que de buscar un nuevo tanto, pero las ganas de ganarlo todo de Messi hicieron el resto. Tras un par de chispazos, el argentino aprovechó un centro blandito de Dembélé para controlar con el pecho y superar por arriba a Cuéllar.
Fue el epílogo a un partido sin mucha historia, pero que será recordado por el increíble récord de imbatibilidad azulgrana y por un nuevo triplete, el número 29, del extraterrestre Leo Messi.