Si usted va por la calle en Belo Horizonte y se cruza por la calle con Robson, inevitablemente pensará si era o no Ronaldinho. El pelo, la cara, la sonrisa. El parecido es más que razonable.
Saltó a la fama hace cinco años. El Mundial de Brasil estaba en marcha y Argentina se preparaba para su debut ante Bosnia. La práctica, abierta al público, sufrió un par de interrupciones.
Primer saltó al campo un hincha empeñado en besarle los pies a Leo Messi. Y después saltó Robson. Ataviado con una camiseta de Atletico Mineiro, el aficionado brasileño logró llegar ante Messi y el resto es historia.
El argentino estaba alucinando. ¿Era o no era Ronaldinho? Hasta a él, que compartió vestuario con el mago brasileño, le sorprendió el parecido. Su foto riendo mientras a Robson se lo lleva la seguridad dio la vuelta al mundo.
"Ese día lo cambió todo, un momento único. Muchas cosas me acontecieron después de esa foto. Mi vida cambió", explicó Robson, preguntado por el diario 'Olé'.
Esa foto le cambió la vida. "Por Messi me pude comprar una casa, porque me contrataron para películas, para eventos, para un montón de cosas. Por eso vine a agradecerle o a ver si podía volver a estar cerca de él", añadió.
Robson está a las puertas del hotel de concentración de Argentina en esta Copa América, para agradecerle a su ídolo todo lo que le ha pasado indirectamente gracias a él. O al menos para intentarlo.
"Messi representa mucho para mí. No soy Ronaldinho, soy simplemente Robson. Soy fanático de él también, pero Leo es inexplicable", añadió el doble de Ronaldinho, sin poder ocultar la emoción que le embarga al recordar a su ídolo.
17 de junio de 2019