El delantero confesó que anunció que dejaba a la 'albiceleste' en caliente: "Sentí que las cosas no daban para más, estoy tan acostumbrado a que me peguen por cualquier cosa, que esa desilusión me llevó a decirlo. Pero cuando pasaron los días, más frío, me puse a recapacitar y viendo el grupo y el equipo que tiene Argentina decís: 'el algún momento se tiene que dar'".
Leo también reveló cómo es su vida y un día normal para él en Barcelona: "Llevo una vida muy normal. A las 9 llevamos a Thiago al colegio con mi mujer, a las 10 llego al club, a las 11 comienza el entrenamiento y a eso de las 14 vuelvo a mi casa".
"A las 16, Thiago sale del colegio y lo vamos a buscar todos. Después aprovechamos para hacer algo en familia a la tarde hasta la hora de la comida. Volvemos, los chicos comen y se van a dormir", añadió. Eso sí, sorprendió al revelar que a su hijo mayor no le gusta mucho jugar con la pelota.
Pero aunque esté a gusto en Barcelona, ciudad en la que lleva 16 años, Messi no olvida Argentina. Allí es donde se ve en un futuro. "Siempre lo hablamos con Antonella, en Argentina tenemos todo, su familia y la mía están acá. Nos gustaría volver, en mi país viví muy poco porque me fui con 13 años", desveló.
Y es que Messi repetió que quiere cumplir su deseo desde pequeño: jugar en Newell's. "Es un sueño que tengo pendiente", afirmó Leo. Es la camiseta que quiere vestir antes de su retirada.