Tras su expulsión en la victoria por 2-1 ante Chile, Leo Messi habló sin pelos en la lengua y acusó de "corrupción", entre otras cosas, a la CONMEBOL por los arbitrajes que perjudicaron a Argentina en la competición. Sus críticas le costaron tres meses de sanción.
Desde el propio vestuario, según expresó Rodrigo de Paul en la previa del reencuentro ante Chile, se aplaudió el órdago que lanzó Leo contra la CONMEBOL. El discurso representó a todos los futbolistas del equipo nacional argentino.
"El hecho de que él lo dijera tomó más repecursión que si lo hubiéramos dicho nosotros. Al final, se la hicieron pagar y él se perjudicó por el grupo, por todos nosotros. Eso no tiene precio, eso vale más que cualquier cosa", comenzó explicando.
"Dejó de lado su persona para poner al grupo por delante. Como le dije, lo extrañamos y lo queremos ya con nosotros. Ojalá se recupere pronto y seguiremos intentándolo por nosotros y por él, porque merecemos ganar cosas", concluyó.