Bartomeu volvió a dejarse caer en los medios tras un convulso verano. Las victorias del cuadro azulgrana han calmado las aguas en el barcelonismo, que espera que las próximas noticias positivas tengan forma de renovación. Una está al caer, la de Iniesta. Otra, la del argentino, ya está en vigor.
El presidente del Barcelona fue taxativo con Leo Messi, con el que dijo que "hay que tener tranquilidad porque está todo firmado por su padre y la gente de su fundación". De este modo, la continuidad del astro argentino está asegurada. "El padre tiene poderes sobre su hijo, todo está contabilizado y auditado. Es más, ya está ejecutándose. Ya está jugando con ese contrato que está firmado hasta 2022", apostilló el presidente azulgrana.
Por tanto, sólo falta la ansiada y añorada foto de Messi estampando su firma: "Falta la instantánea que se hará. Nos interesa a todos esa foto y no existe sensación de que se pueda ir. No queremos preocupar a nadie y lo que queremos es que los aficionados de todo el mundo vean esa instantánea".
Por otro lado, la ampliación del contrato del centrocampista lleva semanas encallada, aunque Bartomeu habló de un avance significativo. "Queremos que juegue hasta que él quiera, se ha ganado ese derecho y tiene ganas de seguir jugando en el Barça. Con el agente del jugador vamos avanzando y la voluntad de las dos partes es la de seguir", indicó Bartomeu.
Éste señaló a Iniesta como "un jugador fundamental para el club y el equipo", asumiendo que la afición verá con buenos una probable prima de renovación: "Es algo que pertenece a las negociaciones, pero el socio lo aceptaría todo para que siga en el Barça".
Ahora, a Bartomeu y al resto de la plana mayor de la directiva del Barcelona sólo le falta poner fecha a dos de las noticias más esperadas a corto plazo para el aficionado barcelonista.