El Valencia coge aire en casa. Ha hecho de Mestalla un fortín prácticamente inexpugnable para acercarse hasta la salvación. Los de Gracia, deshauciados en la primera mitad, rescataron un punto contra la Real Sociedad.
El pasillo que le hizo el conjunto 'che' al campeón de Copa del Rey se lo hizo hasta el descanso. Y es que prácticamente jugó un único equipo durante los primeros 45 minutos del encuentro.
Tuvo el Valencia la oportunidad de ponerse por delante con el 0-0. Sin embargo, Carlos Soler desaprovechó el regalo de Gorosabel en forma de mano para despertar a la Real Sociedad.
Fue a partir de entonces cuando el campeón de Copa azuzó el partido. Aprovechó Guevara las dudas de Jaume para marcar su primer gol como profesional. Un disparo certero desde la frontal sirvió para romper el equilibrio en el partido.
Si estuvo poco acertado en el primero Jaume, peor fue el error de Paulista en el 0-2. El central directamente le regaló el balón a Guevara. Lo aprovechó finalmente Isak para poner más distancia en el marcador.
Ni siquiera el paso por los vestuarios sentó bien al Valencia, apático en el césped. Pero se encontró por casualidad con un penalti discutible, de Carlos Fernández a Paulista, que le sirvió a Wass para poner el 1-2.
Ahí apareció la mística de Mestalla, que aun sin gente se ha convertido en el principal argumento del Valencia para la salvación. Y Paulista, villano en la primera mitad, se convirtió en el héroe con un potente cabezazo.
Mereció más y buscó la victoria la Real, más aún cuando Maxi Gómez se autoexpulsó con dos amarillas en apenas unos segundos. Pero Mestalla resistió de pie y entregó las tablas en la Ciudad del Turia.