No se lo creen los aztecas. Los últimos encuentros de la jornada copera en la madrugada del jueves volvieron a despertar las voces de que urge implantar el VAR para evitar equivocaciones tan groseras como las vividas en dos partidos.
Primero, en el de Club León contra UNAM Pumas. Hasta dos tantos se anularon a los locales por fueras de juego que no tuvieron lugar.
Primero a Boselli. La jugada quedó anulada por presunta posición antirreglamentaria de Mosquera en la acción en la que habilitaba a su compañero.
Posteriormente, y sin indicación de su asistente esta vez, el colegiado Óscar Mejía entendió que había un empujón de Meneses a su par, Isunza, quien se topó contra su propio portero y dejó el balón suelto para que el propio jugador de León marcara sin oposición.
Dicha acción no tuvo lugar y evitó que León, en el minuto 88, se pusiera 2-1 (aunque terminó venciendo desde el punto de penalti).
Ya había llovido antes
En cuanto al partido anterior, disputado entre Tigres y Pachuca, el segundo gol de los locales no debía haber subido al marcador, y es que antes del tanto de Aquino su compañero Enner Valencia estaba en posición ilegal.
Errores que el sistema de videoarbitraje habría resuelto de manera sencilla y habrían evitado la indignación de profesionales y aficionados.
4 de octubre de 2018