Porque tras su paso por el equipo pucelano se le perdió la pista. "Salí de Valladolid, todavía pasé por varios equipos como Universidad Católica de Chile, volví a España al Logroñés, cuatro meses, y después acabé en Brasil: Sport Recifé, Náutico y Figueirense", explicó.
A diferencia de muchos compañeros, cuando colgó las botas no se hizo entrenador, aunque siguió ligado al fútbol. "Con mi hermano, con mi familia, abrí una cancha de fútbol sala y ahí trabajamos con niños de siete a 18 años en la ciudad en la que vivo Itu, en Sao Paulo", respondió.
"Además, los domingos nos juntamos ex futbolistas para disputar partidos de confraternización. Ahí nos juntamos ex jugadores de Corinthians, Palmeiras, Sao Paolo, algunos ex internacionales con la selección brasileña que coincidieron en la misma conmigo. Nos juntamos, jugamos un partido y hacemos un churrasco", añadió.
La carrera de Edú es envidiable. Antes de jugar en España lo hizo en Corinthians o Palmeiras, algo al alcance de muy pocos. "Yo creo que en mi currículum me faltó jugar en un Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid o disputar una Copa del Mundo", confesó.
"Yo pienso que la primera temporada que hice en Valladolid fue muy buena, creo que estuve al nivel de los grandes jugadores de Europa, pero no hubo interés de mi empresario, ni del club y no pude redondear mi carrera así", añadió, con cierto pesar.
La afición blanquivioleta guarda un buen recuerdo de este talentoso brasileño, y él del equipo. "Los dos años que pasé en Valladolid, en especial el primero, fueron magníficos, nuestro primer objetivo era no bajar e hicimos una grandísima temporada", señaló.
"Logramos el objetivo de mantenernos y después conseguimos el segundo objetivo que era clasificarnos para la Copa de la UEFA. Muchos de ellos tuvieron propuestas para salir como Benjamín, Lozano, Peña y Víctor… Para mí fue una de las mejores etapas de mi vida", agregó Edú.
Sin embargo, tras una temprada ilusionante, Edú abandonó el equipo mediada la segunda. ¿Por qué? "Se juntaron varias cosas. La salida de Cantatore, el fallecimiento del presidente, quien me había prometido en el inicio de la primera temporada que si hacía una buena temporada, si lográbamos el primer objetivo, que era la salvación, él me mejoraría el contrato, pero eso no pasó", reveló.
"Después él falleció y sus hijos sólo me dieron un bonus, pero no era lo que habíamos acordado. Entonces me enfadé y pedí que me dejaran salir", explicó, sobre su polémica marcha del club mediada la temporada.
Reconoció arrepentirse de aquello. "Me arrepiento porque me quedé cinco o seis meses más sin equipo. Entrenando y esperando que algún equipo se interesara por mí con una buena propuesta", explicó Edú.
"Me arrepiento porque yo perdí la segunda temporada y la oportunidad de hacer una renovación o de tener otras ofertas de equipos grandes, lo cual es, desde siempre, el sueño de cualquier jugador sudamericano", agregó el brasileño.
Aunque volvió a España a jugar en el Logroñés, del que se marchó tras varios impagos, nunca volvió a pisar Valladolid. "Es una pena porque tengo mucho cariño por el equipo, por la ciudad, por la gente. Estoy pendiente por internet de cómo va el Real Valladolid", comentó, para finalizar.