Apenas se había cumplido la primera media hora d ejuego, cuando Michail Antonio besaba las mallas del Tottenham con un zapatazo a bocajarro, que nada pudo hacer para detenerlo Hugo Lloris.
Arnautovic conectó con el delantero con un centro medido, dejándole solo dentro del área. Aunque Davinson trató de recuperar la posición, el ariete visitante tenía ya la pierna cargada.
Sin embargo, más allá del obús que se alojó al fondo de las mallas, el tanto quedó marcado por la celebración. Michail Antonio festejó el zapatazo con un baile especial que secundaron sus compañeros.
Saltando, con las manos cogidas, el delantero simuló montar a caballo en plena euforia por el gol y las redes sociales no tardaron en hacerse eco de la celebración.