"A mi me encantaría seguir en el Athletic, eso lo sabe todo el mundo. Pero no pienso en ello e intento disfrutar. Si tiene que ser será y si no a otro lado y agradecido. Pero no quiero darle muchas vueltas. Estoy físicamente bien y si estaba contento antes imagínate ahora. Estoy tranquilo, juego y lo que tenga que venir vendrá", dijo el centrocampista vizcaíno.
Rico está siendo titular en los últimos partidos y es una de las claves, con su empuje, en la mejoría de un equipo bilbaíno que, después de sumar 10 de los últimos 12 puntos y encadenar siete partidos sin perder, ha pasado de estar al borde del descenso a auparse a la octava plaza de la tabla.
"Trabajamos para jugar y, aunque no juegues, siempre entrenas para jugar. Entré en un momento complicado, el equipo ha sumado puntos y ha parado la sangría defensiva y ahora toca no bajar el nivel para que el míster siga contando conmigo", explicó.
"Son siete partidos de liga sin perder, cinco con la portería a cero. El equipo ha hecho el trabajo que tenía que hacer para salir de esa zona", comentó.
Al respecto, el centrocampista ha destacado que la posición que ocupa ahora el Athletic no es ni la trece ni la catorce, si no la octava, a nueve puntos del descenso, a tres del que los precede y a cuatro del Villarreal, que marca la última plaza europea de la tabla clasificatoria.
En ese sentido, se ha felicitado de haber "roto" el domingo ante el Alavés "una racha negativa de varios años sin ganar el primer partido de Liga" a la vuelta de las vacaciones navideñas.
"El equipo estuvo bien y fue superior, y el fútbol se trata de eso. De hacer ocasiones y de que el rival no te haga. Tuvimos siete o ocho y el rival ninguna", felicitó.
No obstante, el jugador ha recordado también la necesidad de puntuar con la que habían afrontado en diciembre partidos como los de San Mamés ante el Real Madrid y la Real Sociedad, o la visita al Levante, donde comenzó su buena racha de 10 puntos de 12 posibles.