Llevaba 30 partidos seguidos sin ver a un colegiado señalando al punto de penalti. En el Sánchez Pizjuán se quebró la racha. Tuvo que ser Diego Costa, capaz de lo mejor y lo peor, quien lo forzara. Además, sin discusión.
En uno de los muchos contragolpes 'colchoneros' en la segunda mitad, el hispano-brasileño se adentró en el área. La bola parecía írsele larga, momento que aprovechó el meta del Sevilla para salir a por la bola. Sin embargo, metió a tiempo el pie Costa y Rico lo atropelló.
La anécdota del penalti dio paso al doblete de Griezmann, que golpeó con calma al lado derecho del portero para dejar cerrado el choque.
Entre 1942 y 1943, el Atlético de Madrid llegó a hilar 32 partidos consecutivos sin penalti. A punto estuvo de igualar ese histórico registro.