Avanzaba el Nápoles por su banda derecha. Recibió Allan e hizo una internada en diagonal hacia el área de Berisha. El plan no funcionó, pero se encontró a Milik en la frontal, y le cedió el balón.
El delantero polaco, claramente de dulce, no se lo pensó dos veces. En un abrir y cerrar de ojos armó la pierna izquierda y soltó un zapatazo que sorprendió al arquero albanés.
Reaccionó tarde, y cuando se estiró hacia el poste el balón ya le había superado. Milik enterró con este gol el gafe que le venía persiguiendo desde hace semanas, cuando fue protagonista, pero por sus fallos, del duelo de Champions ante el Genk belga.
Ahora Milik ha pasado página, y con su tercer gol en una semana, el delantero polaco demostró que su mejor versión está de vuelta.
October 27, 2019