El Campo de Baltar, provincia de Pontevedra, fue el escenario escogido para que los hombres de Fran Escribá iniciasen esta nueva andadura con el debut de un ilusionante proyecto.
En frente, el Lugo, un equipo para nada desdeñable y ya afianzado en la élite del fútbol, pero que se vio condenado desde el minuto tres de partido, cuando Pita se introdujo el balón en propia puerta involuntariamente.
Para este test de pretemporada, el técnico valenciano optó por dejar sus -a priori- mejores bazas ofensivas en el banco para darles entrada a la vuelta del recreo, cuando llegaron las mejores acciones de peligro celeste.
Entre otras cosas, había ganas de ver a Jorge Saénz, Denis Suárez y al sustituto de Maxi Gómez, un Gabriel Fernández que no pudo dejar su sello en el partido en forma de gol.
No obstante, la espera para ver a Santi Mina e Iago Aspas juntos en el ataque no se hizo larga, así como el cuadro vigués dejó detalles de las expectativas que levanta de cara al nuevo curso.
Eso sí, los focos, así como las miradas de los cientos de aficionados que poblaron las gradas del campo, señalaban con ilusión cada movimiento que pudieran protagonizar tanto el '9' como el '22'.
El ex del valencia hizo el segundo con un derechazo desde fuera del área que entró bien pegado al palo izquierdo del guardameta rival, convirtiendo su primer gol en su regreso a casa.
Aspas, por otro lado, ejemplificó su liderazgo sobre el césped encargándose de un penalti concedido a diez minutos del final que no falló. La sangre celeste de este equipo nunca descansa, tampoco en pretemporada.
Un equipo que ilusiona pero que parece incompleto. Como dijo el propio Denis Suárez: "Si llega Nolito tendremos uno de los mejores ataques de LaLiga".